Saturday, January 28, 2012

CAPITULO IX

Me encontré acicalado dentro del asiento trasero sin mas esperanza que la ley ciega,.así como la pintaban ..,como si no quisiera verme ,.como si los hechos solo ayudaban a la ebullición de mi castigo,..trate en vano de secarme una lagrima que corrió como adolido suero surcando mas mis poros que derrochaban frio-sudor hasta llegar a mis labios,.una sola lagrima que en anteriores e innumerables casos solían endurecer mi gesto.       Un camino tan largo como la espera del diluvio, las calles se tornaban en un mundo irreal lleno de trazos y sombras ,luces de colores y cuerpos inertes; durante mucho tiempo ronde estos lugares ahora imprevistos, el letrero de “one way” me resultaba irónico,..como si mi vida fuera una utopia en la que caí y no pensaba en levantarme.  Miraba mis manos atadas con el fin de no escapar,..hmmm,..quisiera escapar si,.pero de esta triste realidad;...retorciendo los dedos solo lograba incrustar mas las esposas en mi piel que acostumbradas a la tortura solo asimilaban este ungruento episodio. Poco a poco surcaban por mi nariz los olores inmersos en el féretro trasero, aunándome yo al sinnúmero de presas que alguna vez  pregnaron esta  claustrofóbica cabina,.anhelaba poder llegar ya al precinto, oia las conversaciones de los oficiales y reprimía mi dolor al igualarme a los avisos de emergencia que salían de la bocina de sus radios,.aun no podía creer en mi suerte, era como ver de afuera la muerte, como estar en un mundo que solo dejaba tocar a través de un espejo la realidad que había en el otro lado,..ya derrotado , pedí a Dios que me librara de mis pecados,..por que mi día del juicio ya estaba cerca